Ya es Domingo de Ramos y hay un dicho popular que dice: “quien no estrena no
tiene manos”.
Domingo de estrenos. Volveremos a estrenar un nuevo domingo, un nuevo día, un
nuevo año cofrade, distinto tal vez, pero igual de domingo que otros vividos
anteriormente y que tanto daño puede que le hagan solo al recordarlos a nuestra ya
pertrechada memoria.
El calendario tiñe de rojo festivo este día grande. Hemos dejado atrás una
cuaresma rara, atípica, distinta quizás, pero sin duda, mejor a la anterior. Aunque
estamos viviendo un tiempo aciago, este presente, hoy es hoy, nunca mejor dicho,
pero también es el hoy del ayer, y será el hoy del mañana. Hay que estar
precavidos.
Vamos a abrir las puertas de la memoria y recordar el año pasado, pero sobre
todos las puertas de nuestras conciencias de par en par, con devoción, pero sobre
todo con precaución. Con el gozo de saber que estamos haciendo las cosas bien.
Tiempo habrá de disfrutar de los niños vestidos de domingo jugando en plazoletas
y rampas, de los carros de las garrapiñadas y el algodón de azúcar, de los globos,
de las bullas… ¡Ay, las bullas! Hasta eso estamos echando de menos. Pero
volviendo al principio, hoy es día de estrenos, de tener manos. Manos abiertas en
señal de agradecimiento como Cristo en muchos de los Misterios de esta bendita
ciudad. A Dios gracias por poder disfrutar de altares, veneraciones,
exposiciones…montados y engalanados con el mismo cariño de siempre, prestos
y dispuestos para esta esperada y anhelada semana. Gracias por poder disfrutar de
cierta algarabía en la calle. Todo, ya se sabe, con sus consabidas y repetidas
medidas de seguridad y distancia social.
Ya se huelen los patios de las casas recién encaladas: buganvillas, nardos, claveles
y azahar en sus calles. Las espinacas con garbanzos, el bacalao en todos sus
formatos, soldados de pavía, torrijas y pestiños para los paladares más exigentes,
incienso en los kioscos ambulantes. Las fachadas engalanadas con fanales,
blasones y colgaduras para tan magna ocasión. Porque, aunque muchos afirmen lo
contrario, sí habrá Semana Santa.
Aunque el estreno más importante en este domingo debe ser el de la túnica, pero
una túnica interior, la que hace que hagamos de esto un verdadero motivo. Motivo
de verdaderos cristianos. Con auténtica penitencia y verdadera Fe. Fe como la que
nos dejaron nuestros mayores, la que un día legaremos a nuestros herederos.
Y si el año que viene, la cosa no pinta bien ‒y espero equivocarme‒ y volvemos a
estar igual…Coge tu cruz y ve de frente, que de la misma manera volveremos a
estrenar.
Con las manos nuevas de estreno de Domingo, os deseo una buena estación de
penitencia y una Semana Santa de recogimiento, cofrades.
DOMINGO DE ESTRENOS
