Existe una película francesa titulada «Bienvenidos al Norte». Una brillante comedia en la que se trata y se maneja muy bien las diferencias existentes entre el carácter y formas de hacer las cosas de los ciudadanos de la región Norte del país galo. Un forastero, que en un principio se muestra muy reacio y distante con los lugareños, acaba eliminando sus prejuicios y quedando cautivado por la idiosincracia de aquella tierra.
La llegada del verano viene acompañada de multitud de fiestas en el norte de España, en muchos casos, la más representativa de cada ciudad. Me alegro por ellos, ya era hora de que empezaran a recuperar sus fiestas locales y recobrasen la tan ansiada normalidad.
Ahora… también me tengo que acordar de algunos, que no son mayoría, pero son los que siempre se hacen notar más. Los que apenas hace 4 meses estaban con el discurso de «que asco de andaluces con sus procesiones en mitad de una pandemia» los que veían en cada resfriado una excusa perfecta para dejar a las «marmotas» de Andalucía sin sus cofradías. Los que, fuera de pandemia, también dan rienda suelta a despreciar todo lo que suena andaluz, los de «tiene que llegar una empresa vasca para deciros como se trabaja bien» (de esto último, se bastante bien lo que digo) los de «juerga, fiesta y flamenco» los de «en Andalucía no sabéis votar»… esos… sí, esos… los de la constante miradita al Sur por encima del hombro.
Pues mirad, ya llegó vuestro momento. Habiendo aún casos de Covid (como en abril, como habrá ya siempre…) pues fiesta, aglomeraciones y alegría desmedida. Bienvenidos al Sur. Disfrutadlo, vividlo, no dejéis que nadie os diga como hacerlo. Y si os viene alguien de fuera criticando vuestras fiestas… que os importe lo mismo que nos importa vuestra opinión sobre las nuestras, que no es otra cosa que un mojón o un mismísimo carajo.
Foto: diariodenavarra.com

No ni na, el evangelio!!!
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