La Gran Procesión que se realizó en Roma, en la que formó parte del cortejo la imagen del Cachorro, sirvió para que muchos cofrades sevillanos descubrieran algo que ya muchos otros sabíamos. Nuestra Semana Santa, nuestro patrimonio e idiosincrasia llaman la atención y son un reclamo para muchos turistas PERO su experiencia, por lo general, simplemente consiste en venir a nuestra ciudad y conocer una fiesta muy interesante, volver a sus lugares de origen que un la sensación de haber vivido algo único y recodar esos días con cariño.
Para la gran mayoría es «otra expresión popular y artística de las que hay por el Mundo». Y lo digo con conocimiento de causa. Por muy diversos motivos, llevo 25 años pasando algunos días de Semana Santa con familiares, amigos e incluso compromisos laborales procedentes de más allá de los Pirineos.

Gustarle, le gusta a todos. ¿Impresionarle? A la gran mayoría.
¿Emocionarle hasta el punto de hacerle derramar alguna lagrimilla? Pues sí, los hay. Pocos, pero alguno hay.
Ahora… ¿Entusiasmarle hasta el punto de repetir otro año o hacerse hermano de alguna cofradía? Son escasos, muy escasos. Que sí, que oye, que yo conozco a un par de escoceses que vienen cada año a salir en La Lanzada, pues vale. ¿Gente de muchos puntos de la geografía española que forman ya más parte de nuestra Semana Santa que muchos sevillanos? por supuesto que sí. Porque esta fiesta, al que atrapa, lo mete en la película y ya puede vivir en la otra punta del mundo, que cada Semana Santa intentará pasarla en Sevilla o verla por internet.





Si estás leyendo este artículo , también estarás disfrutando de las fotografías de Jean-Yves, un fotógrafo francés con el que pasé unos días la pasada Semana Santa.
Aquí tienes el reportaje que realizó para su blog:
https://facealacorne.fr/semaine-sainte-images-decalees/





Jean-Yves es uno de esos casos excepcionales. No es que se pierda ni una Semana Santa pero sí que ha venido ya varias veces. La disfruta y la saborea a su manera. Si no dijo «Magnifique» 300 veces, no lo dijo ninguna, cautivado por sus flores, sonidos y silencios… mimetizándose con el público que le rodea. Un sevillano más, pero con acento.
Y os podría decir lo que piensa él de nuestra forma de vivir la Pasión de Cristo pero no lo voy a hacer. No porque sea algo negativo (todo lo contrario, es un enamorado de nuestra tierra y costumbres) sino porque, ya sea algo bueno o malo, no debería condicionarnos.






